Pie de foto (II)

En el vaivén de las historias soñadas y el crujir de la madera, la viejita que nos contaba historias permanecerá para siempre en mi memoria. Sus silencios llenos de vida y sus palabras cargadas de imágenes, aún resuenan en mi cabeza. Sus cabellos color plata y esas manos surcadas por el pasar de los años, se marcharon sin hacer ruido. Ella, que siempre estaba rodeada de chiquillos que le reclamaban historias, ha emprendido su viaje más largo. Un viaje que hará en completa soledad. Hoy, más que nunca, aquellos que tuvimos la oportunidad de escucharla, estamos obligados a compartir sus historias. A tenerla presente. A nombrarla, recordarla y relatarla. La viejita que nos contaba historias ya no volverá a hacer crujir la madera. Pero el eco de su ausencia hará que, nuevamente, otros corazones palpiten al ritmo de su narrar. El narrar de unas historias que permanecen en la memoria. Historias con sus pausas y vaivenes. Con sus comienzos y finales. Historias, que nos harán volver, al mecer de las palabras.


Virginia Sánchez Romo.

Licenciada en Periodismo Audiovisual. Formada en Gestalt de Infancia y Adolescencia; y en Terapia Social y Pedagogía Curativa, desde la Antroposofía. Estudiante de Cuentoterapia.

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