Hemos sido creados para amar, ser amados, compartir y contribuir al bien común. Ese debe ser nuestro oficio como hombres y mujeres, si no queremos ver nuestra vida vacía de contenido. Sólo es posible aspirar a la verdadera felicidad, que es la que emana del amor y de la paz con uno mismo, sintiendo la dicha y la felicidad de los demás como propia.
La senda sin destino del desasosiego por el poder, el placer, el dinero, la fama, el consumo, etcétera, sólo nos conducirá a nuestra propia destrucción, ya que, al prescindir en nuestras vidas de la generosidad y el altruismo, estamos matando el amor, y sin amor quedamos reducidos a la nada.
Si estas interesad@ en realizar este taller, puedes solicitar más información a la escuela organizadora.
Impartido por Francisco Jorquera